15 abr 2007

Días pasados recibí, la visita de amigos a los que hacia tiempo no veía, después de los saludos de rigor, y de los comentarios habituales en estos casos, sentados alrededor de una mesa, con una picadita y un buen vino, como es costumbre por estos lares, comentando los pormenores y anécdotas de la vida diaria de cada uno.

Indefectiblemente como no podía ser de otra manera, un tema que llevo buena parte de la velada fue el estado de la ruta 20, y en esto se realizaron diversas conjeturas, lo que quiero rescatar en esta nota, es que me dio argumentos valederos para realizar la misma.

En este caso, a mis dos amigos, les puse un nombre ficticio. Juan y Pedro; Juan, productor agropecuario y habitante de la región, defendiendo la posición de que ahora había posibilidad de hacer la tan anhelada, promocionada, y usufructuada electoralmente, pavimentación. Pedro, habitante de una ciudad cabecera de departamento, por su parte defendiendo y argumentando que la misma, era algo que no era prioridad, para el gobierno, según su entender.

A continuación el dialogo/discusión, que mantuvieron y que a mi me dio argumento para esta nota.

Juan: Ahora estamos cada vez mas cerca de que la pavimenten, todas las localidades a la vera de la ruta están gobernadas por el justicialismo, además ahora la producción agropecuaria le deja suficientes recursos al estado, así que estoy cada vez más confiado de que pronto el pavimento será una realidad.

Pedro: Amigo Juan, te diré que la ruta no veo que sea prioridad para el estado, aparte económicamente es inviable.

Juan: Realmente me asombro y no entiendo tu palabra, como que es económicamente inviable.

Pedro: Muy simple, la ecuación pesos-pavimento-votos, que es la ecuación que realizaron y realizan nuestros dirigentes, tanto Radicales como Justicialistas, no justifica la tan anhelada obra.

Juan: Tu razonamiento me cuesta entenderlo, además a que te referís con la ecuación, pesos-pavimento-votos.

Pedro: Muy fácil, Juancito, cuantos kilómetros de pavimentos serian.

Juan: Y, creo que son aproximadamente 60Km.

Pedro: Quiere decir que son 600 cuadras de pavimento.

Juan: Si

Pedro: Ahora dime, cuantos votantes, hay en todo el trayecto, desde Villaguay a Basavilbaso, es decir en Domínguez, Las Moscas, San Marcial, Santa Anita, Libaros, a Villaguay y Basavilbaso no lo incluyas porque ellos ya tienen su pavimento.

Juan, que a esta altura de la conversación seguía sin entender, echa un cuadrito de queso a la boca y piensa, sacando cuentas mentalmente y contesta.
Y aproximadamente 5000 votantes.

Pedro: Muy bien, muy bien amigo Juan, hasta aquí nos vamos entendiendo, ahora te pregunto, donde esta el sustento de todo político, que es lo que mas les sirve, que es lo que mas buscan, que es lo que mas precisan, todo político que quiere llegar a gobernar.

Juan: Y… la verdad no se a donde queres llegar, pero pienso que los….los………votos.

Pedro: Correcto, los votos, has dicho la palabra correcta, Juancito, los políticos se sustentan sobre el caudal electoral, y en esto te diré que es independientemente del partido que sean, lo único que interesa es que cuando se abren las urnas tengan mas papelitos de su color, jejejeje.

Juan: Sigo sin entender, y es mas que tiene que ver todo esto con la pavimentación de la ruta.

Pedro, que lanza una estridente carcajada, y exclama: Juancito, me asombra tu inocencia, las 600 cuadras de pavimento, que es lo que demandaría, dicha ruta, no crees vos que reportarían mas votos en una ciudad, donde por cada cuadra hay en promedio 16 casas, no crees que ese pavimento da mas votos realizando 200 cuadras, en tres ciudades, o mas simple si esas 600 cuadras las repartimos en 20 ciudades, acaso no observaste lo que aconteció en Basavilbaso.

Juan, algo perplejo y confundido, exclama; Si amigo Pedro, pero acaso no te fijaste en los productores agropecuarios, en las miles de hectáreas que se producen, acaso vos crees que el gobierno no ve eso.

Pedro, que irónicamente sonríe, se sirve su segundo vaso de tinto, y exclama: Juancito, amigo mió, yo entiendo y comprendo tu posición, pero que tiene que ver la ruta con los productores agropecuarios y su producción.

Juan: Como que tiene que ver la ruta, acaso vos crees que el gobierno no se fija en los productores.

Pedro: Claro que se fija, nadie te dice lo contrario, el gobierno se fija que produzcan, que no evadan impuestos, y por sobre todas las cosas que generen recursos, para ellos administrar.

Juan: Y bueno, entonces me das la razón, el gobierno se fija en los productores, y el la gente de campo, como pensas vos que no se darán cuenta del estado de la ruta.

Pedro: Claro que se fija, pero para ver cuantas toneladas de grano, carne, pollos, etc., producen. Para ir sacando cuenta de lo que le va a corresponder en concepto de retenciones, impuestos y otras yerbas.

Juan, que para estas altura de la conversación denotaba en el rostro su grado de fastidio, para con Pedro, y sus argumento, exclama: ¡¡¡Acaso no te das cuenta que cuando llueve no pueden salir con la cosecha!!!

Pedro: Aha, te comprendo, pero te diré que para esos casos están esas inmensas bolsas que he visto en los campos, y por lo que me comentaron es para embolsar granos, con eso se solucionaría en parte el problema, no crees tu.

Juan: Y cuando los productores quieran entrar al campo un día de lluvia, con la ruta llena de pozos.

Pedro: Me extraña, Juancito, los productores tienen esas fabulosas camionetas 4x4, que a los pozos y el barro ni lo sienten, ellos no precisan pavimento, aparte el día de lluvia no va al campo, y para el personal, ponen un tractor y listo se soluciona el problema.

Juan, que ya el fastidio se iba transformando en enojo, dice: No te olvides de la gente que habitan en estos pueblos, te recuerdo que los remises, los días de lluvia no circulan, los que tienen autos tampoco quieren salir, y como sabrás líneas de colectivo debido al estado de la ruta ya hace tiempo que no circulan.

Pedro: Comprendo, pero vos crees que al los que gobiernan les interesa si alguien sale o no sale, si tienen colectivos o no, aparte si quieren salir para eso esta el tren, y a precios mas que económicos, con el pueden llegar a Baso o Villaguay y ahí tienen colectivos y remises para ir a cualquier lado.

Juan: Si pero, la gente se nota desconforme, los días de lluvia, porque se le dificulta salir, empezaran a reclamar y a mostrar su disconformismo.

Pedro: Ahí, te voy a corregir, amigo Juan, la gente su conformismo y/o disconformismo, lo hace notar en las urnas a través de su voto, y por el resultado de la ultima elección, se nota a simple vista que en la zona esta todo bien, es mas si fuera por el resultado tendría que dudar de lo que vos decís de la ruta y su estado, simplemente te creo porque transite en ella, lo que si te aclaro que para los que gobiernan, por el resultado electoral deben estar pensando en que aquí no hay problemas.

Juan, algo enojado, pero reconociendo en parte los argumentos de Pedro, piensa y cree sacar un argumento que será difícil de rebatir por Pedro: Entonces para que la midieron tantas veces, inclusive se hicieron censo de transitabilidad en varias oportunidades, el último realizado en el mes de febrero.

Pedro muy seguro de poder rebatir lo que Juan decía, exclama con cierta ironía: vos mismo lo dijiste Juancito, fue en febrero una mes antes de las elecciones, esas, aunque a vos te parezca descabellado, son estrategias electorales, el gobierno manda gente a medir con una cinta la ruta o pone a dos perejiles a contar los autos que cruzan, los lugareños se entusiasman y van y votan, como quien dice, mensaje para la gilada, o hablando en criollo, mensaje para los bolu…, cortinas electorales, aparte con todo esto consiguieron que se rebautice la ruta y se la conozca por “LA EMPACHADA”, además los deja contentos a ustedes y ellos les sirvió en varias y reiteradas elecciones.

Aquí, si Juan, no se aguanto más, y pegando un fuerte puñetazo sobre la mesa y con la vos al cuello, le grita a Pedro: Entonces según vos estamos condenados a andar entre los pozos y el barro, estamos condenados a no poder salir el día de lluvia, según vos estamos olvidados por el estado, según vos nuestros reclamos nunca van a ser atendidos.

Pedro, que ha decir verdad se sorprende por el estado de fastidio y enojo de Juan, le contesta: No Juancito, no están condenados a eso, simplemente te estoy diciendo que pavimentar la ruta, seria muy caro, es mas la ecuación pesos- votos, no cierra para el gobierno, esa misma plata en otro lugar dejaría otro resultado, aparte aquí los votos con la ruta o sin la ruta, los tienen igual, lo que tuvieran que hacer seria replantearse el reclamo.

Juan: La verdad, no te entiendo, a donde queres llegar, primero me decís que es caro e inviable según vos la pavimentación ahora me salís con que hay que replantear el reclamo, la verdad no te entiendo.

Pedro: Muy simple, si hace tanto que le vienen prometiendo el pavimento y no lo realizan debe ser por algo, ahora no seria mas sencillo y económico, que reclamen y exijan que le hagan un buen enripiado, y consiguiendo que le asignen tres o cuatro maquinas, motoniveladoras, para que sean y anden permanentemente sobre la ruta, es decir que estén exclusivamente para los 60 kilómetros de la 20.

Juan: No, no, no, exclama, es una locura lo que me decís, eso es algo totalmente fuera de toda lógica, lo que vos decís no tiene fundamento, nosotros vamos a seguir peleando y reclamando el pavimento, aparte creo que ahora hay mas intereses para que se haga la pavimentación, te diré mas es algo que vos no tenes en cuenta, pero que juega a favor nuestro.

Pedro: A si, y que es lo que yo no tengo en cuenta y según vos es muy importante y les juega a su favor.

Juan, demostrando cierta alegría, de poder finalmente echar por el suelo todo lo que Pedro le decía, exclama: Se comenta que el futuro vicé- gobernador, tiene campos en la zona.

Pedro: Y…, que tendrá que ver eso.

Juan: Como que tendrá que ver eso, acaso vos no crees que el va querer entran cómodamente a sus propiedades.

Pedro: No le veo el sentido, ya que el no vive en el campo.

Juan: Si, pero algún día va querer entrar a comer un asado a su campo.

Pedro: Seguramente esperara que este lindo el camino, aparte no vendrá con un R.12, vendrá con una 4x4.

Juan, que nuevamente demostraba fastidio y enojo, al ver que Pedro le rebatía todos sus argumentos, exclama: si pero algún día si sigue así la ruta será intransitable, ni con una 4x4 podrán entrar y ahí se darán cuenta que los reclamos nuestros son ciertos y reales.

Pedro, sonriendo muy seguro de lo que iba a decirle a Juan, se suaviza la garganta con un trago de vino, sonríe irónicamente y exclama: Juancito….juancito, cuando el vicé-gobernador quiera entrar a sus propiedades, seguramente lo hará en helicóptero, seguramente vos ni te enteraras, y seguramente estarás trabajando y generando impuestos en tu campo, en tu trabajo, por lo tanto sigo sosteniendo que la pavimentación de la ruta 20 es un sueño lejano, y por sobre toda las cosas inviable de acuerdo a la ecuación, costo de la pavimentación sobre la cantidad de votantes que hay en la región, para mi deberían reclamar un buen enripiado, y tal vez tengan suerte que les presten atención.

Aquí, Juan estalla en un ataque de furia, totalmente fuera de si, dando puñetazos sobre la mesa y profiriendo toda clase de insultos para con nuestros gobernantes, es aquí que yo como anfitrión, temiendo de que por una discusión se resienta una amistad de años, invito a mis amigos Juan y Pedro a que dejen de discutir, ya que sus posiciones son totalmente comprensibles pero que evidentemente no se iban a poner de acuerdo.


Así, después de saborear una linda picada y un buen vino tinto, llega la hora de la despedida, quedando la promesa de un próximo encuentro, para seguir seguramente mis amigos discutiendo y cada uno defendiendo sus posiciones, totalmente respetables.

Después de despedirlos, quedo solo, sentado en la mesa, meditando largamente en la polémica que habían sostenido Juan y Pedro, tratando de sacar conclusiones y por sobre toda las cosas me hacia esta pregunta…
¿QUIEN TENDRA LA RAZON….?

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